En el ambiente de alta temperatura de una sala de sauna, el cuerpo humano regula su temperatura mediante una sudoración profusa, cuya producción de sudor alcanza entre 0,5 y 1 litro por hora o incluso más. Esto lleva a muchas personas a preguntarse: dado que en la sauna se suda mucho, ¿es necesario beber más agua? La respuesta esno sólo se puede beber, sino que hay que hidratarse científicamente. Si se hidrata y cómo lo hace afecta directamente la seguridad y comodidad de su experiencia en la sauna.
I. Tres razones por las que debes beber agua en una sauna
La alta temperatura en la sala de sauna provoca una rápida pérdida de agua del cuerpo. La hidratación oportuna es una garantía importante para mantener las funciones corporales normales, principalmente por las siguientes razones:
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Reponer la pérdida de agua y prevenir la deshidratación: La sudoración profusa durante la sauna reduce rápidamente el contenido de agua del cuerpo. Si no se repone a tiempo, puede producirse una deshidratación leve, que se manifiesta como sed, disminución de la producción de orina, piel seca, etc.; en casos graves, puede provocar mareos, fatiga, palpitaciones e incluso insolación. Beber agua repone directamente los líquidos corporales y mantiene el equilibrio agua-sal del cuerpo.
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Ayuda en la regulación de la temperatura y mejora el efecto de la sauna: Una cantidad suficiente de agua permite que el cuerpo mantenga la función de sudoración normal, y la sudoración es la principal forma de refrescarse durante una sauna. Si el agua es insuficiente, la sudoración disminuirá, lo que dificultará la disipación del calor del cuerpo, lo que no sólo reduce la experiencia de la sauna sino que también puede aumentar la carga del cuerpo debido al sobrecalentamiento.
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Protege el sistema cardiovascular y reduce la carga corporal: En estado deshidratado, la viscosidad de la sangre aumenta y el corazón necesita trabajar más para bombear sangre, lo que aumenta fácilmente la presión sobre el sistema cardiovascular. Especialmente para las personas de mediana edad y mayores, la hidratación oportuna puede reducir el riesgo cardiovascular causado por el aumento de la viscosidad de la sangre, permitiendo que el cuerpo funcione mejor durante la sauna.
II. Riesgos potenciales de no beber agua o una hidratación incorrecta
Ignorar la hidratación o utilizar métodos inadecuados de hidratación durante una sauna puede conllevar una serie de problemas de salud:
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Síntomas de malestar causados por la deshidratación: La deshidratación leve provoca sed, fatiga y falta de atención; la deshidratación moderada puede provocar mareos, náuseas y taquicardia; La deshidratación grave puede provocar calambres por calor, agotamiento por calor e incluso poner en peligro la vida.
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Riesgo de desequilibrio electrolítico: El sudor no sólo contiene agua sino también electrolitos como sodio, potasio y cloro. Si solo se consume una gran cantidad de agua pura sin reponer los electrolitos, puede producirse un desequilibrio electrolítico, provocando síntomas como contracciones musculares y fatiga, especialmente en quienes permanecen en la sauna durante mucho tiempo (más de 30 minutos).
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Afectando la eficiencia de recuperación del cuerpo: Después de una sauna, el cuerpo necesita reponer el agua y la energía perdidas para recuperarse. Si la hidratación no es oportuna, la sensación de fatiga durará más, e incluso pueden presentarse síntomas como dolor de cabeza y dolores musculares, conocidos como “síndrome de malestar post-sauna”.
III. Formas correctas de beber agua en una sauna
La hidratación durante una sauna debe seguir el principio de "pequeñas cantidades varias veces, paso a paso", con métodos específicos como los siguientes:
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Hidrátate con antelación: Se recomienda beber 200-300 ml de agua tibia 15-30 minutos antes de entrar a la sala de sauna para permitir que el cuerpo reserve agua con anticipación; Durante la sauna, complemente con 100-150 ml de agua cada 10-15 minutos para evitar beber una gran cantidad de agua a la vez.
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Temperatura y cantidad apropiadas del agua: Se debe dar prioridad al agua tibia a entre 30 ℃ y 40 ℃. Evite beber agua helada o bebidas demasiado frías, ya que las bajas temperaturas pueden estimular la contracción de los vasos sanguíneos gastrointestinales, lo que posiblemente cause dolor abdominal y diarrea; La cantidad de agua consumida de una sola vez no debe ser demasiada para evitar aumentar la carga sobre el estómago, provocando hinchazón y náuseas.
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Elija el tipo correcto de agua: Para saunas de corta duración (dentro de los 20 minutos), se puede beber agua corriente o agua mineral; Si el tiempo de sauna es largo (más de 30 minutos) o la producción de sudor es extremadamente grande, se puede consumir una cantidad adecuada de agua ligeramente salada (agregue aproximadamente 0,9 gramos de sal por litro de agua) o bebidas deportivas para reponer los electrolitos perdidos. Sin embargo, es importante evitar bebidas con un contenido demasiado alto de azúcar para evitar que aumente la carga metabólica del cuerpo.
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Continuar hidratando después de la sauna: Después de salir de la sala de sauna, continúe hidratándose en pequeñas cantidades varias veces y complemente gradualmente de 500 a 800 ml de agua en 1 a 2 horas para ayudar al cuerpo a restablecer completamente el equilibrio de líquidos.
IV. Precauciones de hidratación para grupos especiales
Diferentes grupos tienen diferentes necesidades de hidratación durante una sauna. Los siguientes grupos necesitan atención especial:
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Personas Mayores: Las personas mayores tienen una percepción disminuida de la sed y descuidan fácilmente la hidratación. Se recomienda que se hidraten activamente bajo el recordatorio de familiares o personal. La cantidad de agua consumida se puede reducir adecuadamente, pero es necesario aumentar la frecuencia de hidratación.
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Niños y Adolescentes: Los niños tienen una mayor proporción de agua en el cuerpo y una producción de sudor relativamente mayor. El intervalo de hidratación debe acortarse a una vez cada 5 a 10 minutos y la cantidad de agua consumida cada vez debe controlarse entre 50 y 100 ml. Se deben evitar las bebidas deportivas para prevenir el consumo excesivo de azúcar.
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Mujeres embarazadas, mujeres lactantes y pacientes con enfermedades crónicas: Estos grupos deben consultar a un médico antes de ingresar a la sala de sauna. Si el médico lo permite, deben elegir agua tibia para hidratarse, controlar estrictamente la cantidad de agua consumida y el tiempo de sauna, y detenerse inmediatamente e hidratarse si se presenta alguna molestia.
V. Conclusión
En una sauna no sólo se puede beber agua, sino que la hidratación científica también es un vínculo crucial para garantizar la seguridad y eficacia de la sauna. La pérdida de agua en un ambiente de alta temperatura es inevitable. Sólo adoptando el método de "hidratarse antes, durante y después", combinado con la temperatura, cantidad y tipo de agua adecuados, el cuerpo podrá disfrutar de la sauna evitando riesgos como la deshidratación y el desequilibrio electrolítico. Recuerde, el núcleo de la hidratación es "la cantidad adecuada, el momento oportuno y paso a paso", lo que permite al cuerpo completar el proceso de preservación de la salud en la sauna en un estado cómodo.